Como todo el mundo a estas alturas sabe, la tradicional cita con el mundo de las tecnologías de información, comunicaciones y multimedia, SIMO, que puntualmente se celebraba todos los otoños desde hace 47 años, ha sido cancelada.
La lenta hemorragia de los equipos de la Liga de las Estrellas TIC, que paulatinamente iban comunicando su ausencia, constituía para muchos el presagio de una muerte anunciada.
Telefónica, Vodafone, Orange, Microsoft, Toshiba, Lenovo, Fujitsu y Siemens entre otras
fueron dibujando la lista de bajas que definitivamente desembocó en la suspensión del evento.
Era como en tiempos de la Quinta del Buitre ir a ver al Madrid sin los Butragueño, Míchel, Martín Vázquez y Sanchís de nuestro recuerdo. Ni siquiera la confirmada presencia de HP salvó la clásica cita otoñal.
Muchos medios de comunicación aluden a la crisis económica como motivo de la baja de los grandes, en su política de reducción de costes. ¿Es esta la verdadera razón, o solamente la políticamente correcta?
Las grandes empresas acuden a eventos de estas dimensiones, no porque sea más caras o más económicas, lo hacen porque apuestan a que les va a salir rentable. Desde este punto de vista y ante el marco de crisis en donde nos movemos, una inversión como la de participar en una gran feria como el SIMO se realizará siempre y cuando los asesores, consejeros, estrategas o como quiera que se les llame de una determinada compañía, estiman que los beneficios que van a obtener, el posicionamiento de su marca, los clientes o las relaciones que van establecer compensan dicha inversión.
Hay que deducir entonces que el SIMO, tal y como se viene presentando últimamente no es rentable para los grandes. Pero no es porque la crisis, como apuntan algunas informaciones oficiales, sino que no siendo algo rentable en época de crisis no conviene invertir en ello.
Entonces lo que debe la organización analizar es por qué el formato del SIMO viene dejando de ser rentable en los últimos años.
En primer lugar desde mi punto de vista, el formato “escaparate” está dejando de ser atractivo, especialmente para las empresas, o incluso los usuarios con tablas en el mundo de la informática y las comunicaciones. La mayoría de los interesados en el SIMO disponen de perfecto acceso a todas las novedades que se exponen en esta feria a través de Internet, y a través de la propia inquietud personal/profesional. Hay muy poco de novedoso en estos encuentros, y por ende muy poco rentable para las empresas que invierten en exponer algo que para los potenciales visitantes no resulta novedoso, atractivo, sugerente, o les abra puertas a nuevas posibilidades para rentabilizar sus negocios.
Otro posible factor de la degradación del SIMO es la escasa segmentación de mercado. Un mercado objetivo tan amplio, contribuye a que confluyan, compartiendo espacio y tiempo, jovencitos ávidos de ver las últimas novedades en videojuegos, y por ejemplo posibles distribuidores buscando productos con los que engrosar su catálogo de productos y servicios.
Creo sinceramente, que el formato “parque temático” ha perdido el atractivo en un momento como el que vivimos, en el cual la información está al alcance de la mano de quien quiera obtenerla.
La riqueza del siglo XXI, está basculando de la información hacia el tiempo; es más rico quien disponga de más tiempo y un evento como el SIMO, o de análoga índole debe ser lo suficientemente atractivo como para que la inversión de tiempo, aparte de la económica merezca la pena y no sea la de ser bombardeado con información de la que muchos ya gozan o gozarán con unos breves clicks de ratón, por muy atractiva y llena de “efectos especiales” que esta información se presente.
Desde mi punto de vista, eventos feriales como el SIMO, sólo resultarían realmente provechosos e interesantes si están diseñados con una estrategia tal que su principal objetivo sea el de establecer redes de relaciones y marcos colaborativos, en los que más allá de las rabiosas competencias mercantiles, la sociedad de la información sea la gran beneficiada. Un entorno en el que establecer foros de debate, realimentación entre usuarios de tecnología y proveedores, relaciones entre fabricantes y canales de distribución, alianzas estratégicas entre empresas competidoras con fines comunes. Sería un momento para enfatizar aquello que une a empresas y usuarios, no lo que los separa, todo ello bien segmentado y bien dirigido hacia los mercados objetivos.
Podría decirse, aun a riesgo de cometer una incongruencia semántica, que la filosofía de la web 2.0, en donde usuarios, empresas, fabricantes y proveedores, en una red de interrelación serían los que generasen los contenidos de este SIMO 2.0
Personalmente encontraría esto algo mucho más atractivo en lo que invertir mi tiempo, mientras que no tengo interés en ir a ver un escaparate carísimo. Quizás haya alguno más que piense como yo. Garner es la consultora que está asesorando la organización del SIMO para su reinvención y puesta en marcha para el 2009.
Veremos cuál es su óptica, si es que volvemos a ver al SIMO abrir sus puertas otoñales.
Carmelo Toledo
La lenta hemorragia de los equipos de la Liga de las Estrellas TIC, que paulatinamente iban comunicando su ausencia, constituía para muchos el presagio de una muerte anunciada.
Telefónica, Vodafone, Orange, Microsoft, Toshiba, Lenovo, Fujitsu y Siemens entre otras
fueron dibujando la lista de bajas que definitivamente desembocó en la suspensión del evento.
Era como en tiempos de la Quinta del Buitre ir a ver al Madrid sin los Butragueño, Míchel, Martín Vázquez y Sanchís de nuestro recuerdo. Ni siquiera la confirmada presencia de HP salvó la clásica cita otoñal.
Muchos medios de comunicación aluden a la crisis económica como motivo de la baja de los grandes, en su política de reducción de costes. ¿Es esta la verdadera razón, o solamente la políticamente correcta?
Las grandes empresas acuden a eventos de estas dimensiones, no porque sea más caras o más económicas, lo hacen porque apuestan a que les va a salir rentable. Desde este punto de vista y ante el marco de crisis en donde nos movemos, una inversión como la de participar en una gran feria como el SIMO se realizará siempre y cuando los asesores, consejeros, estrategas o como quiera que se les llame de una determinada compañía, estiman que los beneficios que van a obtener, el posicionamiento de su marca, los clientes o las relaciones que van establecer compensan dicha inversión.
Hay que deducir entonces que el SIMO, tal y como se viene presentando últimamente no es rentable para los grandes. Pero no es porque la crisis, como apuntan algunas informaciones oficiales, sino que no siendo algo rentable en época de crisis no conviene invertir en ello.
Entonces lo que debe la organización analizar es por qué el formato del SIMO viene dejando de ser rentable en los últimos años.
En primer lugar desde mi punto de vista, el formato “escaparate” está dejando de ser atractivo, especialmente para las empresas, o incluso los usuarios con tablas en el mundo de la informática y las comunicaciones. La mayoría de los interesados en el SIMO disponen de perfecto acceso a todas las novedades que se exponen en esta feria a través de Internet, y a través de la propia inquietud personal/profesional. Hay muy poco de novedoso en estos encuentros, y por ende muy poco rentable para las empresas que invierten en exponer algo que para los potenciales visitantes no resulta novedoso, atractivo, sugerente, o les abra puertas a nuevas posibilidades para rentabilizar sus negocios.
Otro posible factor de la degradación del SIMO es la escasa segmentación de mercado. Un mercado objetivo tan amplio, contribuye a que confluyan, compartiendo espacio y tiempo, jovencitos ávidos de ver las últimas novedades en videojuegos, y por ejemplo posibles distribuidores buscando productos con los que engrosar su catálogo de productos y servicios.
Creo sinceramente, que el formato “parque temático” ha perdido el atractivo en un momento como el que vivimos, en el cual la información está al alcance de la mano de quien quiera obtenerla.
La riqueza del siglo XXI, está basculando de la información hacia el tiempo; es más rico quien disponga de más tiempo y un evento como el SIMO, o de análoga índole debe ser lo suficientemente atractivo como para que la inversión de tiempo, aparte de la económica merezca la pena y no sea la de ser bombardeado con información de la que muchos ya gozan o gozarán con unos breves clicks de ratón, por muy atractiva y llena de “efectos especiales” que esta información se presente.
Desde mi punto de vista, eventos feriales como el SIMO, sólo resultarían realmente provechosos e interesantes si están diseñados con una estrategia tal que su principal objetivo sea el de establecer redes de relaciones y marcos colaborativos, en los que más allá de las rabiosas competencias mercantiles, la sociedad de la información sea la gran beneficiada. Un entorno en el que establecer foros de debate, realimentación entre usuarios de tecnología y proveedores, relaciones entre fabricantes y canales de distribución, alianzas estratégicas entre empresas competidoras con fines comunes. Sería un momento para enfatizar aquello que une a empresas y usuarios, no lo que los separa, todo ello bien segmentado y bien dirigido hacia los mercados objetivos.
Podría decirse, aun a riesgo de cometer una incongruencia semántica, que la filosofía de la web 2.0, en donde usuarios, empresas, fabricantes y proveedores, en una red de interrelación serían los que generasen los contenidos de este SIMO 2.0
Personalmente encontraría esto algo mucho más atractivo en lo que invertir mi tiempo, mientras que no tengo interés en ir a ver un escaparate carísimo. Quizás haya alguno más que piense como yo. Garner es la consultora que está asesorando la organización del SIMO para su reinvención y puesta en marcha para el 2009.
Veremos cuál es su óptica, si es que volvemos a ver al SIMO abrir sus puertas otoñales.
Carmelo Toledo
Director General K-nábora
Comparto tu opinión.
ResponderEliminarLas ferias tecnológicas deberían centrarse en la sinergia entre proyectos. Crear lazos que enriquezcan a los usuarios, profesionales y empresarios.
Un escaparate en el que se muestren gadgets rodeados de luces de neón, decoración futurista y guapas azafatas no tiene por qué ser más útil y rentable que un blog, de los muchos que existen, dedicado a este tipo de dispositivos. De hecho, creo que no lo es.
¿Qué me gustaría ver en un escaparate de una feria tecnológica?
Desarrollos en fase alpha, dispositivos y tecnologías experimentales o que se encuentren en etapas tempranas de implementación.
En definitiva, ideas y conceptos de los que no haya leido/visto/escuchado decenas de reviews. Entre el escaparate en el que Apple muestra el iphone y el escaparate en el que una empresa pequeña muestra su prototipo de ebook con tinta electrónica. Me quedo con el segundo.
Completamente de acuerdo con todo lo dicho anteriormente. Yo además añadiría que harían falta laboratorios practicos o demonstraciones practicas para los profesionales de las TI. A mi me gusta ver el planfetillo con las capturas de pantallas con colores muy vivos, muy bonito y sobre todo si te lo ofrece una azafata que esta imponente y hay muchas luces, etc. Pero a mi lo que verdaderamente me "tienta" a probar o proponer en mi trabajo, es cuando pruebo una cosa y me gusta.
ResponderEliminarbueno salu2 para todo@s.